Como una película de domingo por la tarde en la televisión. Como los
sueños que olvidas al despertar. Como tu reflejo en los escaparates en los que
te detienes. Como tu sombra en un día soleado. Como un cero a la izquierda.
Esas realidades que no modifican al mínimo el transcurso de una vida.
Eso es lo que yo soy para ti.
El problema llega cuando la tarde de domingo se torna aburrida. Cuando
te das cuenta de que no hay sueños que recordar. Cuando el escaparate no te
devuelve tu reflejo. Cuando buscas tu sombra y no la encuentras. Cuando el cero
cambia de lugar y se sitúa en el divisor, enviándote un infinito.
Todo cambia y te preguntas por qué ya no están ahí. Si siempre han
estado tienen que reaparecer. Y te impacientas pidiendo su vuelta, culpando a
la televisión, a tu inconsciente, al escaparate, a tu sombra y al cero por
tratarte de este modo tan inhumano. Dime ¿qué derecho tienes de reivindicar
aquello a lo que nunca le has dado la importancia que merecía?
Ahora esas realidades sí que modifican el transcurso de tu vida.
Aprende a darme importancia siempre o a no hacerlo nunca.
Foto: videoclip "Lo malo está en el aire" de Andrés Suárez.