Llegados a este punto me he dado
cuenta de muchas cosas.
Que recordaré momentos que ellos olvidarán, y que
olvidaré instantes que para ellos han quedado grabados a fuego. Que me enfurece
que te preocupes tanto por mí, pero a la vez odio que desaparezcas sin dar
explicaciones. Que hay veces que el silencio expresa más que unas palabras,
pero eso todo el mundo lo sabe. Que por muchas veces que haya pasado por esta
calle siempre habrá algún detalle que pase por alto. Que besarás a personas que
no merezcan tus besos y que quizás haya personas que desean recibirlos pero
siguen esperando. Que la vida no tiene sentido sin lágrimas de por medio. Que
por muchas manos que me empujen al abismo siempre habrá dos que me salven: las
mías. Que aunque niegue la existencia del amor verdadero soy una adicta a las
películas románticas. Que lo tradicional me aburre, pero lo nuevo me asusta. Que
el dolor que me causa tu actitud es temporal; o quizás no. Que “los escritores
desvelan más de sí mismos de lo que quisieran” y no sólo lo digo por mí. Que me
importas más de lo que crees. Y por último que te quiero, y no te lo digo.
Sigo
esperando en mi mundo
a que dejes de ignorar mis palabras y vengas a buscarme.