¿Pero sabes qué? Que todo esto pasará, que yo seguiré adelante; estoy segura que iré a mejor. Sí, es verdad que no estoy en mi mejor momento, que no puedo sostener mi alma hecha añicos. Acostumbrada a ahogarme en un vaso vacío me encontré con el océano.
Yo sacaré la fuerza de donde sea, y si no puedo, sé que hay personas que me aferrarán a la vida. Esas manos tirarán de mí hacia la superficie. Esta situación me ha servido para darme realmente cuenta de eso. No me arrepiento de nada.
Así que la conclusión es que de todo lo malo se saca algo bueno.
Inútil sería quedarme en este punto y hundirme en la miseria.
Como tú.