Te lo explicaré, estoy segura de que lo vas a entender enseguida.
¿Y si la luna fuese rosa?
¿Y si llegase el fin del mundo ahora?
¿Y si Dios existe?
¿Y si hubiese nacido hace setenta años? ¿Cómo sería mi vida ahora?
Y así podría continuar hasta nunca acabar...
Nuestra vida queda grabada por millones de ellos, más personales y aún más importantes, inseguridades que nos amargan diariamente.
¿Y si hubiese dicho lo que realmente sentía en ese momento?
¿Y si me estuviese engañando?
¿Y si te como a besos?
¿Y si hubiese elegido el camino más difícil?
Una y otra vez. Retumban en nuestra cabeza y no nos dejan respirar. Siempre nos acabamos arrepintiendo de lo que hemos o no hemos hecho.
Yo siempre he tenido la mala suerte de arrepentirme de lo que no he hecho. Porque en la vida hay que arriesgarse, hay que poner la mano en el fuego y quemarse, ya que el que te la cure puede abrirte nuevos caminos hacia lo bueno, aunque también hacia lo malo, pero ¿qué prefieres?
¿Adentrarte en ese camino?
¿O pasarte toda una vida preguntándote ¿Y si...??





