lunes, 28 de enero de 2013

Pidamos imposibles.


Cuando llegó el momento de la despedida y me pediste dos besos, me arrepentí de dártelos. Eso no era lo que yo quería y en el fondo deseaba que tú tampoco. Somos como dos líneas paralelas que caminan al lado pero nunca se cruzan. Te veo, sé que estás ahí, pero yo quiero que nos desviemos, que nuestras líneas se entrelacen y no se suelten nunca.  
Es tu turno. Te toca pedir otro imposible.

miércoles, 23 de enero de 2013

Ya no hay quien nos cambie.


Somos así. Y cuando creemos que nos hemos convertido en la excepción, no hacemos más que afirmar lo incoherentes que somos y la incoherencia en la que vivimos.  

Nos enseñan antes a juzgar que a comprender a los demás. Hablamos sin base ni fundamento y lo hacemos a las espaldas y en voz baja. Porque eso de decir la verdad a la cara está mal visto, se ve que se ha pasado de moda. Y eso es algo que debemos seguir todos, no me vayan a decir que estoy fuera de onda. Mentimos sin compasión, pero deberíamos recordar que se alcanza antes a un mentiroso que a un cojo. Fingimos ser maravillosos, y a veces lo somos: maravillosamente arrogantes y egoístas. Pedimos confianza en los demás pero nosotros sólo confiamos en nuestra propia palabra. Las buenas intenciones desaparecen, ahora únicamente entregamos nuestra mano para conseguir algo a cambio. Nos quejamos de los pecados de los demás, pero no nos damos cuenta de que los nuestros se asoman por la esquina.

Pero eso sí, tú sígueme sonriendo. Que parece que todo lo solucionamos pasando de página, sin saber que antes de eso, hay que terminar de escribirla.

domingo, 20 de enero de 2013

Eres un ángel entre diablos.


¿Dónde está el chico que yo conocía? El que sonreía, el que se alegraba de verme, el que se permitía no dar explicaciones a nadie. Es curioso ver cómo poco a poco te desvaneces y pierdes toda tu esencia. Es curioso ver cómo consigues hacer que yo me esfume de tu vida. Te has metido en el puto infierno y ni siquiera te das cuenta de que quema. Que la piel que te protegía ya no es más que una fina capa que arde y la cuerda que te ata misteriosamente se ha vuelto inmune al fuego. Maldigo el momento en el que te permití marchar sin oposición.
Y ya es demasiado tarde.

La puerta del infierno ya ni siquiera te pide la contraseña. Te deja entrar libremente por codearte con sus gentes. Pero recuerda que tu naturaleza sigue aquí, entre ángeles. Sigues siendo un alma compasiva que hace daño mediante influencias de diablos y sin ninguna intención. Al menos recuerda esto cuando necesites ayuda: yo estaré aquí para cuando precises de ella.

domingo, 6 de enero de 2013

Hueles a infinito

















¿No lo hueles? Sí, aquí, justo aquí, a la izquierda de mi pecho. Es tu perfume, que se ha quedado clavado en mi corazón. Dime a ver quién es el valiente que lo elimina a estas alturas, que ni aunque estés a 10.000 kilómetros se marcha. Y si lo intenta, yo lo agarro bien fuerte y le digo que no me deje, está perfecto aquí conmigo, acompañando a los latidos de mi corazón. ¿Para qué volar sobre las nubes si con sólo notar tu aroma puedo llegar al infinito? Dame tu mano y acompáñame para que esta sensación dure para siempre.